19 agosto 2013

Regreso a clases

Hoy comienzan clases y al ver a todos esos niños con sus uniformes limpios y nuevos, con sus cuadernos forrados y mochilas retacadas de conocimiento por adquirir, me hace recordar tantas cosas de mi infancia.

Las prisas matutinas, el rocío con el spray de agua en la cara después de varios intentos de despertar al perezoso mocoso que no se quiere alistar para la escuela.
El desayuno de campeones, un licuado con plátano y huevo crudo que se toma de un solo trago para no alcanzar a saborear la espuma espesa.

La emoción y nervio de comenzar un nuevo ciclo escolar, los maestros, el salón de clases, con que amigo me toco de nuevo, revisar las ultimas páginas del libro de ciencias naturales para buscar morbosidad pura...  jajaja   La primer tarea y recordar que es perder la tarde buscando algo en la enciclopedia y copiarlo a tu cuaderno o a máquina de escribir si era requerido. Odiaba el olor del liquidpaper.

El recreo donde se inventaban tantos juegos de como pegar con pelotas o balones a tus compañeros en el fusilamiento...  o simplemente jugar a tirar balonazos hacia grupos de niños pequeños y contar los tirados...  o al revés si eres de los chicos...  correr y ocultarte de los balonazos de los niños mayores.
El lunch, un sandwich de pastel de pollo rebanada gruesa pa que amarre y rebanada de jitomate pa que no se diga que no es balanceada la comida...  pero lo que no estaba contemplado es que con el calor el jitomate se aguadaba y el pan quedaba mojado y la mayonesa se escurría mojando la servilleta, pero que bien sabia!!

Citar en el patio de los espiros a tu peor enemigo a la salida para intercambiar un par de puñetazos al estómago, pues en la cara se notaría y sería mas evidente para los padres. Y terminar como mejores amigos de nuevo.

Eso era asistir a la primaria, sin que existiera la palabra bulling, o déficit de atención y tantos términos de ahora...   donde se quiere sobreproteger a los niños y evitar que sufran o que los lastimen...   pero como se harán fuertes si no es aprendiendo a defenderse, a superar retos, sobre el manejo de las emociones, la frustración y el ridículo...

Y muy posiblemente me hubiera ayudado esto a mi infancia, pero creo que salí bien librado y siendo un hombre de bien.  A ver como me va con mi hija, espero no caer en la sobreprotección, pero bueno...  ya veremos!!

Y tu que recuerdas de tu primaria??



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