24 junio 2009

Un año más!


Doy gracias en las alturas de estar vivo, de encontrarme en condiciones dignas de vida, con unos ojos llenos de nuevas visiones, de nuevos paisajes, de nuevos caminos, de nuevos anhelos y expectativas.

El camino recorrido es largo, treinta y dos años no pasan así de fácil:
La guerra fría, la caída del muro, la Perestroika, guerras en Irak, la decadencia del socialismo y el nuevo modo de vida consumista, la globalización, muchos países dejaron de existir, una copa mundial en México, la fibra óptica, el cine de ciencia ficción, las computadoras, los celulares, el Internet, Mac !!!

Estos pies cuantos kilómetros habrán recorrido, estas manos que tanto han creado y alentado, esta boca ha provocado y callado, estos ojos que no han visto?... la belleza completa y la mas grande tristeza.
No reprocho nada, simplemente agradezco y me admiro de la grandeza que es la vida, que es un cuerpo funcionando todos los días sin cansancio, a pesar del mal trato, el sigue funcionando de la mejor forma. Por mas alcohol, cigarro, cafeína, desveladas, comidas chatarra y sarta de tonteras que hacemos con el ... el sigue funcionando, y eso vale mas que cualquier regalo que uno pudiera recibir. El seguir vivo!!

Que hacer con ese regalo? aprovecharlo y disfrutarlo.. a cada respiro, cada color que percibe nuestra retina, cada sensación en nuestro cuerpo y cada sonido apreciado. Sentirnos agradecidos y orgullosos de estar aquí, en las circunstancias en que estemos o con la presión o sin un camino trazado hacia donde dirigirnos, pero el estar es lo primordial y nos abre toda una infinidad de posibilidades. El impedimento irrefutable para cualquier cosa que queramos, es la muerte. Y aun así, el intentarlo y buscar lo que queremos es lo que nos hace humanos y el simple proceso es lo que nos hace felices.
El ser o tener nos da una sonrisa momentanea o nos infla el orgullo por unos días, pero el proceso de hacer y crear es lo que excita nuestro espíritu y nos eleva a latitudes mas elevadas!!

Es por esto que me llena de orgullo decir que tengo 32 años y la vida no se ha simplificado, mas bien la he aprendido a disfrutar y a descifrar como se presenta, con metas, prospectos, ambiciones y sobre todo no dejar de cuestionarme e intentar entender mi mente y mis sentimientos, un proceso que nunca termina.