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Hace un año las cosas se miraban muy distintas, con muchos anhelos, planes, alegria y un baul de esperanzas.
Con miedos e incertidumbres, pero caminando hacia adelante enfrentando las cosas como se presentaban dentro de los planes.
Bueno... nunca he sido de los que planean mucho su vida o la forma de hacer las cosas... simplemente las hago cuando es urgente hacerlas.
Pero me di cuenta que las cosas cambian, me di cuenta de mis errores, que en la vida debemos estar listos para todo y no rendirnos fácilmente. Conocí como es el convivir, el lidiar cotidiano, el limite entre ceder y no dejar de ser uno mismo... y también como soy yo en verdad, los demonios internos que cargo y lo que necesito dar para poder recibir. Mis limites y mi potencial.
Actualmente me encuentro parado a la orilla del mar, las olas golpeando mis pies, esperando sin exigir ninguna reacción, pero se que la marea va a subir y la oleada será fuerte... pero lo unico que quisiera es seguir mirando ese mar... antes de tomar dirección a mis pasos.
Me cuesta trabajo decir adiós, cerrar los capítulos de mi vida y moverme hacia adelante. Soy un melancólico adictivo, añorando el pasado si poner pie en el futuro, continuamente alimentandome de mis memorias.
Romper con recuerdos y manías para dar pie a nuevos inicios.
Le digo adiós a todo, a todo aquello que cargo en mis hombros, a lo que no me deja alzar la mirada, a lo que tanto ame y lo que me desgarra soltar pues significa aceptar el fracaso y un comienzo solitario, pues es parte de lo que mantiene soñando, egoístamente disfrutando, pero sin ningún camino por delante. Me despido de cada sonrisa, cada beso y cada mirada amorosa, los llevo en mi pues ahora son parte de lo que soy, los guardo dentro de mi pasado, necesito un presente diferente.
Comenzar de nuevo, sin ataduras, sin remordimientos o limitantes.
Doloroso si...
Pero es tiempo de soltar el pasto, desplegar las alas, respirar profundamente, mirar el cielo y de un salto enérgico comenzar el vuelo, aleteando con mucha fuerza hacia ese nuevo destino... el que espera a cada uno de nosotros. Y si el viento nos trae de vuelta, será porque estaba destinado para nosotros, pero seremos nuevos, con mas brios, sin tantas sombras y mas libres. Sin tanto pasado reviviendo en nuestro presente.
Me despido de un año y de tanto que ame...
Para emprender de nuevo.
