25 enero 2010

A lita...



Perdurar en el tiempo, que la gente te recuerde, que sepan tu historia es lo que todos queremos.
Que al escuchar tu nombre sea con una gran sonrisa, con admiración y cariño, no ser un simple…. “no lo recuerdo bien”
Ser parte de los recuerdos positivos de los demás, haber resuelto todos los pendientes y pedido perdón a quien nunca lo escucho.

Y como las personas pasan por nuestras vidas y nos dan un nuevo rumbo o sentido a nuestra existencia y luego se van, siguen su camino y no las volveremos a ver. Anhelando encontrarnos en la otra vida, esperanzados en estar juntos y escucharlos, tomar su mano y vernos en sus ojos de nuevo.

Hoy me siento mas vivo que otros días pero al mismo tiempo frágil, por el dolor de las partidas y por el sufrir de las personas que amo.

El ver en su rostro dolor, desorientación de no saber quien era, de hartazgo por una vida de continuo dolor desde el despertar hasta el dormir, el estar rodeada de gente que le decían todo el día que no podía hacer nada, que tenia que tomar pastillas, que la tenían que bañar, comiendo papillas sin sabor y viendo a su pareja decayendo al igual que ella, deseando no dejarlo solo.

Que Dios la tenga en su gloria

No me quedo con esos ojos tristes y desesperados, me guardo en mi sus manos frágiles al tocar las mías, su mirada inocente de una niña tierna, sus bromas y su sonrisa, su sazón tan especial, sus tardes de Tequilita y Sangrita en el porche de su casa.

Te pido perdón por no haberte visitado tanto como tu me lo pediste.

Me despido mi linda Lita, mi abuelita.

María Elena Arzac Behnken † (1915-2010)

12 enero 2010

despertar


Cada mañana al abrir los ojos tardamos un instante en despertar totalmente, en lo que reconocemos nuestro presente y dejamos los sueños por el momento, que asimilamos el lugar en el que estamos, los aromas, los sonidos, la temperatura... Esos breves segundos que se vuelven minutos en los que no queremos salir de la cama por el calorcito confortable que existe debajo de las sábanas, la suavidad de la almohada y el placer de seguir descansando.
Cuando pedimos 5 minutos más y nos dejamos sumergir debajo de las cobijas, moviéndonos lentamente dentro de nuestra cama evitando los lugares fríos de las sábanas y abrazando las almohadas como si fuera la despedida mas renuente de nuestra comodidad. Pero en un momento estoico, después de una buena estirada, orquestamos un impulso de movimientos para emerger del confort y dar paso a un nuevo día.

Cuando despertamos en un lugar nuevo, cuando reconocemos que hemos cambiado, que nuestra vida ha dado una vuelta y no estamos en el mismo lugar de hace unos días... una casa nueva, una ciudad nueva, una vida nueva, con nuevas oportunidades, con nuevos caminos que trazar y nuevos compañeros de vida. Es grandioso reconocer que no estamos estáticos y que cualquier momento es ideal para comenzar de nuevo, para cambiar, para despertar en un nuevo horizonte en búsqueda de tus sueños y seguir creciendo. Encaminados hacia la felicidad y si puedes coincidir en ese andar con la persona que amas, que mejor que tomarle su mano y seguir despertando en su nueva vida.

"Todos los días es un despertar a un infinito de posibilidades, el límite es nuestra mente"